Viajar es uno de los placeres de la vida, y muchos planeamos pasar nuestra edad dorada: después de la jubilación, pero antes de que la edad nos afecte demasiado, explorando esos rincones del mundo que siempre hemos querido conocer. Pero el tiempo puede ser cruel y, a menudo, las dolencias y enfermedades empiezan a dejar huella antes de lo esperado, lo que nos obliga a tomar medicamentos con regularidad, a ser más conscientes de nuestra dieta y ejercicio, y en ocasiones incluso a depender del oxígeno medicinal para disfrutar de una buena calidad de vida.
Pero esto no tiene por qué significar que tus planes de viaje deban postergarse. Con una planificación sencilla, viajar con tus medicamentos y disfrutar de un tiempo maravilloso es perfectamente posible. Aquí tienes una guía práctica para cuidar tu salud al viajar, que abarca todo, desde cómo empaquetar medicamentos para un viaje hasta cómo llevarlos y guardarlos, donde quiera que decidas ir.
Habla con tu médico antes de viajar
Tu médico debe ser una de tus primeras prioridades una vez que decidas viajar y explorar el mundo. Solicita un chequeo médico para asegurarte de que estás en condiciones de viajar y para poder demostrarlo a cualquier operador de transporte, agente fronterizo o cualquier otra persona que pueda estar preocupada por tu viaje debido a tu condición médica.
Lleva un resumen escrito de tu historial médico (una lista de medicamentos para el viaje, si lo prefieres), así como una lista de tus medicamentos y las dosis que necesitas. Asegúrate de que esta última detalle tanto las marcas como los genéricos, ya que algunas marcas podrían no estar disponibles en tu país de destino. Asegúrate de preguntar a tu médico cómo ajustar tu dosis durante el viaje, especialmente si vas a cruzar zonas horarias, y de comprobar que tu dosis o flujo de oxígeno sean los adecuados para tu país de destino; en ocasiones, las diferentes altitudes y climas harán que necesites más o menos de tus dosis habituales. Por último, asegúrate de llevar una receta médica válida, ya que muchas farmacias en otros países no podrán dispensar medicamentos sin ella.
Empaca con inteligencia: Qué llevar (y cómo llevarlo)
Cuando se trata de medicamentos que tomas a diario para prevenir el empeoramiento de los síntomas, conviene ser muy práctico y prever retrasos y pérdidas. Ten en cuenta lo siguiente:
- Usa un pastillero semanal si te ayuda a mantenerte al día en un entorno desconocido, pero asegúrate de conservar los paquetes y frascos de las pastillas con su embalaje original y las etiquetas impresas de la farmacia. Esto te ayudará a pasar tus medicamentos esenciales por la aduana sin levantar sospechas.
- Lleva más de lo que necesitas para tu viaje. Los accidentes pueden ocurrir y las pastillas pueden caerse o romperse accidentalmente. Además, viajar a veces está plagado de retrasos, desvíos y otros cambios inesperados en tus planes. Es mucho mejor llevar medicamentos para unos días que no necesitas que la alternativa de quedarte sin ellos y sentirte terriblemente mal o tener que apresurarte a buscar reemplazos, posiblemente por una gran suma de dinero que tanto te costó ganar en vacaciones.
- Al preparar sus medicamentos para viajar, especialmente en avión, asegúrese de colocarlos en su equipaje de mano y no en la maleta facturada.
- Reitera que debe documentar su necesidad de medicamentos con la carta o certificado de su médico, una copia de su receta médica actualizada y una bolsa térmica blanda si necesita mantener sus medicamentos en un lugar fresco y oscuro. Si tiene dudas, su médico puede aconsejarle sobre cómo empaquetar sus medicamentos para un viaje.
Al viajar con medicamentos, opte siempre por opciones prácticas, accesibles y que cumplan con la normativa legal para garantizar un viaje sin problemas.
Conozca las normas de su destino
Dependiendo de su destino, es posible que tenga que completar trámites adicionales, solicitar permisos, etc. Esto aplica especialmente si lleva analgésicos, sedantes, anfetaminas y otras sustancias restringidas o reguladas. Tenga en cuenta que aunque un medicamento sea legal y esté recetado en su país de origen, puede no serlo en otros países, por lo que gestionar sus medicamentos en el extranjero puede ser más complicado de lo previsto si no investiga a fondo antes de salir.
Para empezar, puede investigar en línea, pero también conviene consultar los consejos de la embajada y el sitio web oficial de salud del país de destino para ver si tienen información específica disponible que le ayude a desenvolverse con la burocracia. Por lo general, en Europa, los países Schengen aceptan sin problemas recetas médicas correctamente documentadas de otros países, pero cada país puede tener leyes ligeramente diferentes, por lo que es mejor consultar su destino específico en lugar de dar suposiciones. Además, recuerde comprobar si sus medicamentos requieren una licencia de importación para ser llevados a su país de destino. Si es así, tendrás que organizarlo con tiempo antes de viajar, así que consúltalo con tiempo antes de comprometerte con vuelos o cruceros.
Cómo gestionar tu horario de medicación en el extranjero
A menudo es bastante fácil recordar tomar la medicación a tiempo cuando estás en casa, con una rutina en un entorno familiar. Pero cuando estás en el extranjero, viajando constantemente o con una agenda apretada, puede ser difícil estar al tanto de todo. Usa aplicaciones de viaje o incluso la función de despertador de tu teléfono. Puedes programar temporizadores por hora del día (por ejemplo, a las seis de la tarde todos los días) o por horas (por ejemplo, cada 12 horas) para asegurarte de tomar tus pastillas o usar el oxígeno, etc., según un patrón preestablecido. Lo mejor es hablar de tus planes con tu equipo médico; te aconsejarán sobre la mejor manera de adaptar tu rutina para mantenerte en forma mientras exploras nuevas culturas y pruebas nuevas y deliciosas gastronomías. Si va a tener que cambiar el horario de sus medicamentos, su médico puede guiarle para hacerlo de forma segura y gradual.
Por supuesto, mientras esté en el extranjero, asegúrese de cuidar su salud manteniéndose hidratado, durmiendo lo suficiente y comiendo comidas nutritivas con regularidad.
Almacenamiento seguro de medicamentos durante el viaje
La mayoría de los medicamentos son sensibles al calor y la luz, por lo que deben mantenerse en un lugar fresco y oscuro. Algunos incluso necesitan refrigeración, como la insulina, lo que añade un pequeño inconveniente logístico a la posibilidad de viajar con medicamentos. Sin embargo, de nuevo, existen opciones: neveras portátiles (las bolsas térmicas son igual de buenas y tienen la ventaja de ser plegables cuando no se usan) durante el viaje, minineveras cuando se aloja en un hotel y neveras convencionales si hay una disponible en su destino. Evite almacenar sus medicamentos en almacenes con altas temperaturas o bodegas de carga demasiado frías, ya que esto puede hacer que pierdan su eficacia. ¡Esta es una razón más para guardar sus medicamentos en su equipaje de mano!
Planificación para emergencias
Casi siempre hay margen de error, y las cosas pueden salir mal de vez en cuando. No hay nada que se pueda hacer para evitarlo (por su propia naturaleza, ¡las emergencias son impredecibles!), pero puede ser proactivo y tener un plan B listo, por si lo necesita. Tenga los datos de contacto de emergencia de su equipo médico en varios lugares: anotados en una libreta, guardados en su teléfono y quizás también en otro lugar. Asegúrese de tener los contactos de su médico, pero también los de su farmacia local, familiares con los que pueda necesitar contactar urgentemente y otros proveedores y servicios de apoyo que haya contratado para ayudarle a mantenerse en óptimas condiciones para su visita.
Si vas a un lugar donde no se habla tu idioma materno, procura aprender algunas nociones del idioma local: por ejemplo, “Necesito un médico”, “Tomo esta medicación a diario” y “He perdido mi medicina”, así como frases como “Buenos días”, “Que tenga un buen día” y “¡Gracias!”. Si los idiomas no son tu fuerte, puedes transcribir algunas frases fonéticamente para poder decirlas con la suficiente seguridad de que te entiendan.
Una pulsera de alerta médica es una excelente idea, ya que es un concepto bastante general y los profesionales médicos lo reconocerán como algo a tener en cuenta.
A veces, a pesar de tus buenas intenciones, algo sale mal y te quedas sin tus medicamentos. En cuanto estés seguro de que se han extraviado, deberías contactar con tu médico, tu aseguradora (y sin duda deberías contratar un seguro de viaje que te cubra y te repatrie en caso de que algo salga mal) y un hospital o centro médico público. Su tarjeta sanitaria europea (TSE) o tarjeta de viaje de larga distancia (GHIC) debería cubrir cualquier coste asociado si se encuentra en Europa. Por lo tanto, le recomendamos obtener su GHIC en cuanto sepa que va a viajar.
Si necesita oxígeno medicinal, contrate una compañía como OxygenWorldwide para garantizar la continuidad de su suministro durante el viaje. OxygenWorldwide puede coordinar el envío de oxígeno a su habitación de hotel cuando lo necesite. También pueden ayudarle con la documentación mencionada anteriormente, e incluso pueden garantizar que su oxígeno se suministre de forma segura y fiable durante sus viajes. OxygenWorldwide le proporciona un equipo de apoyo tanto para medicamentos como para oxígeno, para que disfrute de una gran tranquilidad durante su viaje.
En resumen, si bien viajar puede ser un poco complicado por enfermedades crónicas o de larga duración, no tiene por qué desaparecer por completo. Con la planificación adecuada, imprimiendo listas de verificación para llevar consigo y consultar con frecuencia, suscribiéndose juiciosamente a compañías que lo ayuden a administrar sus medicamentos mientras viaja (algunas incluso lo ayudarán a aprender cómo empaquetar medicamentos para un viaje para que sobrevivan en excelentes condiciones) y una buena cantidad de planificación anticipada, puede disfrutar de unas vacaciones seguras y sin estrés, incluso con condiciones médicas.